El Barrio latino de Harlem rindió tributo hoy al músico Charlie Palmieri (1927-1988) rebautizando la calle donde creció con el nombre del pianista, compositor y director de orquesta de origen puertorriqueño, conocido como el “Gigante de las blancas y las negras”.
“Charlie Palmieri Way” es el nombre que cuelga desde hoy en la esquina de la calle 112 con la avenida Park, a sólo pasos de donde pasaron parte de su infancia Charlie y su hermano, el también famoso pianista Eddie Palmieri, que no pudo evitar las lágrimas durante la ceremonia, ni tampoco su sobrina Katherine.
“Este es un gran orgullo, un homenaje a ese gran pianista Charlie Palmieri, mi hermano, que me hace mucha falta. Lo adoro y ahora tenemos una calle con su nombre”, dijo a Efe Eddie, quien se refiere a su hermano como “mi mentor”.
El pianista, reconocido en el mundo del jazz, aseguró que tuvo “el mejor hermano que alguien puede tener” y recordó que Charlie era nueve años mayor que él “y me cuidaba”.
“De él aprendí todo, fue mi primer maestro”, indicó además a Efe el músico, quien poco antes secaba sus lágrimas con el homenaje a su hermano, a quien también reconoce como una inspiración.
Palmieri dio a conocer durante el acto, en que se escuchó hoy la música de su hermano, que busca hacer realidad su sueño de establecer en la calle 112 la Escuela de Artes Palmieri, con una estación de radio dedicada al mundo del jazz y una de televisión consagrada a los grupos de danza.
De esta manera, la “Charlie Palmieri Way” se suma a las calles que han sido bautizadas con los nombres del “rey del timbal” Tito Puente, que nació y creció en El Barrio, del músico y cantante cubano Machito, que desempeñó un papel protagónico en la historia y creación del jazz afrocubano, o de la poetisa Julia de Burgos, quienes vivieron en esa comunidad, que también ha sido hogar para otros músicos y artistas.
El acto convocó a puertorriqueños residentes en esa comunidad que no ocultaban su orgullo de tener ahora una calle con el nombre del músico. También acudieron músicos como Víctor Martínez, que llevó consigo una foto suya junto a Palmieri, que regaló a su hija.
“Este es un gran orgullo, un homenaje a ese gran pianista Charlie Palmieri, mi hermano, que me hace mucha falta. Lo adoro y ahora tenemos una calle con su nombre”, dijo a Efe Eddie, quien se refiere a su hermano como “mi mentor”.
El pianista, reconocido en el mundo del jazz, aseguró que tuvo “el mejor hermano que alguien puede tener” y recordó que Charlie era nueve años mayor que él “y me cuidaba”.
“De él aprendí todo, fue mi primer maestro”, indicó además a Efe el músico, quien poco antes secaba sus lágrimas con el homenaje a su hermano, a quien también reconoce como una inspiración.
Palmieri dio a conocer durante el acto, en que se escuchó hoy la música de su hermano, que busca hacer realidad su sueño de establecer en la calle 112 la Escuela de Artes Palmieri, con una estación de radio dedicada al mundo del jazz y una de televisión consagrada a los grupos de danza.
De esta manera, la “Charlie Palmieri Way” se suma a las calles que han sido bautizadas con los nombres del “rey del timbal” Tito Puente, que nació y creció en El Barrio, del músico y cantante cubano Machito, que desempeñó un papel protagónico en la historia y creación del jazz afrocubano, o de la poetisa Julia de Burgos, quienes vivieron en esa comunidad, que también ha sido hogar para otros músicos y artistas.
El acto convocó a puertorriqueños residentes en esa comunidad que no ocultaban su orgullo de tener ahora una calle con el nombre del músico. También acudieron músicos como Víctor Martínez, que llevó consigo una foto suya junto a Palmieri, que regaló a su hija.
“Fue mi maestro en el City College”, dijo con orgullo el músico.
Charlie Palmieri comenzó a tocar el piano de oído y a los siete años su padre lo matriculó en la escuela de música Julliard y a los 16 años hizo su debut profesional, en 1943.
Cuatro años después el timbalero Tito Puente, impresionado por su talento, lo reclutó para tocar con su banda en el famoso club Copacabana, con quien estuvo hasta 1953, para formar luego su propio grupo, destacándose en la Charanga junto al entonces joven flautista dominicano Johnny Pacheco.
Palmieri, director de orquesta de salsa y jazz latino, también se destacó en el Boogaloo en la década de 1960 y en 1970 comenzó a tocar el órgano y a colaborar en los discos de su hermano.
En 1974 publicó el disco “El Gigante del teclado” que contenía los éxitos “La hija de Lola o “La vecina”, y en la década de 1980 se estableció en Puerto Rico.
Su hija Katherine, que acudió al evento junto a su hermano Charlie, aseguró a Efe que fue “bendecida con el mejor padre. Fue devoto de mi madre y un padre dedicado a sus hijos”, que crecieron “con música todo el tiempo”.
“Él amaba a mi madre, a sus hijos, la música y su comunidad”, afirmó, mientras que su hermano destacó que su padre “amaba a todo el mundo, y todos lo querían”, aún en el difícil mundo de la música.
Dijo además que al hablar de su padre viene a su mente su imagen cuando tenía ocho años mirándole sentado en el piano, y escuchándole tocar su música, “y ahora tenemos una calle con su nombre”.
“Mi padre fue mi héroe”, afirmó tras desvelar junto a su hermana y tío el nombre de “Charlie Palmieri Way” en un acto al que asistió además el congresista Charles Rangel, que el martes enfrenta primarias en las que se medirá en las urnas al senador estatal Adriano Espaillat.
Rangel entregó a los hijos de Palmieri una proclama -de varias que recibieron de políticos- que reconoce esta fecha como “el día de Charlie Palmieri”.
Se leyó una carta del alcalde Bill de Blasio en la que reconoce a Charlie Palmieri como un pionero del jazz y el jazz latino, “una gran fuente de inspiración” para muchos artistas y una influencia para la ciudad y la música en EE.UU.
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