Fuente: El Nuevo Día, Puerto Rico. Por Marcos Billy Guzmán
De Gilberto Santa Rosa se saben muchas cosas, pues su fructífera carrera en la música latina le ha ganado el honor de ser conocido como el “Caballero de la Salsa”. Pero hay algo que la gente quizás no conoce.
“¡No falla! Todo el mundo me confunde con Tito Rojas. Recuerdo que una señora mayor empezó a decirme cosas bonitas en el aeropuerto de Miami. De momento viene la hija y le dice: ‘Mira con quien estoy... ¡Tito Rojas!’. La hija se da cuenta, pero la madre porfía (ríe)”, revela.
Pero el cantante confiesa que “a mí me encanta esa vaina. Me río y, cuando tienen total convicción de que soy Tito, les firmo (el autógrafo) como Tito”.
El recuerdo le llega a la mente a raíz de su participación en la reciente edición de los premios Las Lunas del Auditorio Nacional de México, donde cantó en una categoría de música afrocaribeña. Aunque al final ganó Calle 13, Gilberto aclara que no salió con las manos vacías.
“El premio se lo llevó René (Pérez), pero yo me llevé una foto con Tony Bennett”, comenta. “Es mi ídolo, pude conversar un poco y estrechar su mano... Es increíble encontrar a alguien tan grande con tan buen ánimo y que te trate tan bien”.
Su alegría entonces se traslada a su más reciente nominación al Latin Grammy en el renglón de canción tropical por “Me cambiaron las preguntas”, que grabó junto a Rubén Blades y coescribió para su álbum “Irrepetible”.
“El año pasado gané (el Latin Grammy) como disco de salsa y ya pregunté las reglas porque me gusta la cosa derecha. Me explicaron que es elegible como corte promocional. Y estoy feliz pues es un tema especial que marcó mi debut en la música social”, enfatiza sobre la premiación, cuya entrega será el 10 de noviembre.
Otro detalle que lo emociona es que terminará de grabar en un par de semanas un nuevo álbum que lanzará el año entrante con temas de desamor, porque “a la gente le gusta cantar sus tristezas con la salsa”, asegura.
“Siempre grabo de más y siempre me vuelvo loco. Ahora me toca decidir si mezclo boleros con salsa o si los divido”, adelanta, confiado en incluir un nuevo sencillo social.
Mientras tanto, Gilbertito se mantiene activo en una gira internacional que lo llevará prontamente a Ecuador, Santo Domingo y Colombia, donde despedirá el año “solo y nostálgico, pero entusiasta y receptivo al público”.
De Gilberto Santa Rosa se saben muchas cosas, pues su fructífera carrera en la música latina le ha ganado el honor de ser conocido como el “Caballero de la Salsa”. Pero hay algo que la gente quizás no conoce.
“¡No falla! Todo el mundo me confunde con Tito Rojas. Recuerdo que una señora mayor empezó a decirme cosas bonitas en el aeropuerto de Miami. De momento viene la hija y le dice: ‘Mira con quien estoy... ¡Tito Rojas!’. La hija se da cuenta, pero la madre porfía (ríe)”, revela.
Pero el cantante confiesa que “a mí me encanta esa vaina. Me río y, cuando tienen total convicción de que soy Tito, les firmo (el autógrafo) como Tito”.
El recuerdo le llega a la mente a raíz de su participación en la reciente edición de los premios Las Lunas del Auditorio Nacional de México, donde cantó en una categoría de música afrocaribeña. Aunque al final ganó Calle 13, Gilberto aclara que no salió con las manos vacías.
“El premio se lo llevó René (Pérez), pero yo me llevé una foto con Tony Bennett”, comenta. “Es mi ídolo, pude conversar un poco y estrechar su mano... Es increíble encontrar a alguien tan grande con tan buen ánimo y que te trate tan bien”.
Su alegría entonces se traslada a su más reciente nominación al Latin Grammy en el renglón de canción tropical por “Me cambiaron las preguntas”, que grabó junto a Rubén Blades y coescribió para su álbum “Irrepetible”.
“El año pasado gané (el Latin Grammy) como disco de salsa y ya pregunté las reglas porque me gusta la cosa derecha. Me explicaron que es elegible como corte promocional. Y estoy feliz pues es un tema especial que marcó mi debut en la música social”, enfatiza sobre la premiación, cuya entrega será el 10 de noviembre.
Otro detalle que lo emociona es que terminará de grabar en un par de semanas un nuevo álbum que lanzará el año entrante con temas de desamor, porque “a la gente le gusta cantar sus tristezas con la salsa”, asegura.
“Siempre grabo de más y siempre me vuelvo loco. Ahora me toca decidir si mezclo boleros con salsa o si los divido”, adelanta, confiado en incluir un nuevo sencillo social.
Mientras tanto, Gilbertito se mantiene activo en una gira internacional que lo llevará prontamente a Ecuador, Santo Domingo y Colombia, donde despedirá el año “solo y nostálgico, pero entusiasta y receptivo al público”.
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