Memorias Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle e integrantes de la orquesta Sentimiento 25 no pueden sacar de sus mentes al talentoso ponceño.
Al ensayar con miembros de Sentimiento 25 para su show, Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle contaron anécdotas sobre Cheo Feliciano
El pasado viernes, 11 de abril, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle y Cheo Feliciano se reunieron para hacer la sesión fotográfica del concierto que harían juntos.
El espectáculo fue una idea de Gilberto que Víctor avaló sin pensar ni condicionar. ¿Y Cheo? Pues estaba encantado de la vida con el proyecto.
Todo fluyó de maravilla. Rieron y contaron historias, como siempre. Seis días después, Cheo partió sin avisarle a Gilberto, ni a Víctor, ni al mundo.
La súbita muerte del salsero y bolerista tocó el corazón de Puerto Rico y de sus colegas. Gilberto y Víctor, probablemente, han sido de los compañeros y amigos de Cheo que más han sentido su ausencia. Todavía no se explican cómo, seis días antes de su fallecimiento, todo estaba tan bien y de repente, ya no estaba.
Inicialmente, para el espectáculo, Cheo, acompañado de Víctor y Gilberto, interpretaría algunos de sus temas más emblemáticos, los que él consideraba que le llegarían más al público puertorriqueño.
Claro, la dinámica del concierto –producido por Rafo Muñiz– cambió por completo tras la muerte de Feliciano. El show, que ahora se llama Dos soneros cantan a Cheo Feliciano, ha cobrado un matiz nostálgico, lo que podrá comprobarse el sábado, 21 de junio, en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan.
Ahora, a Gilberto y a Víctor les toca contar la historia de Cheo bajo la dirección del maestro Louis García, un veterano instrumentista y productor que trabajó junto con el bolerista ponceño por 34 años. La orquesta que dirigirá García es Sentimiento 25, nombre que la voz de Anacaona le dio cuando celebró 25 años de trayectoria.
Recuerdos únicos
En los ensayos para este recital es cuando más nostalgia han sentido los soneros. Las anécdotas invaden cada instante de las sesiones, dijeron a este diario.
“Por ejemplo, empezamos el ensayo con una canción, entonces Gilberto o Louis García (quien fuera director musical de Cheo por muchos años) o yo nos acordamos de una historia y empezamos a contar esa anécdota y cuando venimos a ver, han pasado 10 minutos”, comentó Víctor.
Hay una historia en particular que es de sus favoritas y casi nunca menciona.
“Jamás olvidaré que la primera vez que yo me monté en un avión fue con Cheo para Venezuela. En ese entonces yo todavía no era solista y formaba parte de la orquesta de Don Perignon”, rememoró el “Sonero de la Juventud”.
Gilberto también guarda muchas memorias del bolerista, tantas que le hubiese gustado contar cada una.
“Está una de una gira que acepté hacer en honor a Celia Cruz. Los cantantes que íbamos a participar cantaríamos dos temas de cada uno, y un tema de Celia. Lo acepté para gozarme esa experiencia y con Cheo me lo disfruté de rabo a cabo. En otra ocasión, lo fui a ver (a Cheo) a Carolina y él me vio y me invitó a subir a la tarima. Recuerdo que, cuando él te llamaba a tu casa y tú no estabas y le contestabas la llamada, entonces él te preguntaba: ‘¿Para qué caramba me estás llamando?’, y yo le decía: ‘Chico, me llamaste tú’”, narró Santa Rosa.
Después de la muerte de Feliciano, Gilberto y Víctor se convencieron, más que nunca, “que en la vida uno debe llevar a cabo las cosas que uno quiera hacer de corazón para que tú y los tuyos se lleven esa satisfacción”, puntualizó Víctor.
Ambos salseros exaltaron el tesón y la valentía de Socorro “Cocó” Prieto, la viuda de Cheo, quien estuvo con el cantante por muchos años, en las buenas y en las no tan buenas.
“Ella es una gran muestra de fortaleza y de fe. Ella fue la que dirigió todo lo que se hizo cuando Cheo murió. Cualquier otra persona, en una situación así, pudo haber colapsado. Ella fue la que nos dijo que había que hacer el show aunque él no estuviera, porque es una manera de honrarlo y de cumplir su deseo”, destacó Gilberto.
El pasado viernes, 11 de abril, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle y Cheo Feliciano se reunieron para hacer la sesión fotográfica del concierto que harían juntos.
El espectáculo fue una idea de Gilberto que Víctor avaló sin pensar ni condicionar. ¿Y Cheo? Pues estaba encantado de la vida con el proyecto.
Todo fluyó de maravilla. Rieron y contaron historias, como siempre. Seis días después, Cheo partió sin avisarle a Gilberto, ni a Víctor, ni al mundo.
La súbita muerte del salsero y bolerista tocó el corazón de Puerto Rico y de sus colegas. Gilberto y Víctor, probablemente, han sido de los compañeros y amigos de Cheo que más han sentido su ausencia. Todavía no se explican cómo, seis días antes de su fallecimiento, todo estaba tan bien y de repente, ya no estaba.
Inicialmente, para el espectáculo, Cheo, acompañado de Víctor y Gilberto, interpretaría algunos de sus temas más emblemáticos, los que él consideraba que le llegarían más al público puertorriqueño.
Claro, la dinámica del concierto –producido por Rafo Muñiz– cambió por completo tras la muerte de Feliciano. El show, que ahora se llama Dos soneros cantan a Cheo Feliciano, ha cobrado un matiz nostálgico, lo que podrá comprobarse el sábado, 21 de junio, en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan.
Ahora, a Gilberto y a Víctor les toca contar la historia de Cheo bajo la dirección del maestro Louis García, un veterano instrumentista y productor que trabajó junto con el bolerista ponceño por 34 años. La orquesta que dirigirá García es Sentimiento 25, nombre que la voz de Anacaona le dio cuando celebró 25 años de trayectoria.
Recuerdos únicos
En los ensayos para este recital es cuando más nostalgia han sentido los soneros. Las anécdotas invaden cada instante de las sesiones, dijeron a este diario.
“Por ejemplo, empezamos el ensayo con una canción, entonces Gilberto o Louis García (quien fuera director musical de Cheo por muchos años) o yo nos acordamos de una historia y empezamos a contar esa anécdota y cuando venimos a ver, han pasado 10 minutos”, comentó Víctor.
Hay una historia en particular que es de sus favoritas y casi nunca menciona.
“Jamás olvidaré que la primera vez que yo me monté en un avión fue con Cheo para Venezuela. En ese entonces yo todavía no era solista y formaba parte de la orquesta de Don Perignon”, rememoró el “Sonero de la Juventud”.
Gilberto también guarda muchas memorias del bolerista, tantas que le hubiese gustado contar cada una.
“Está una de una gira que acepté hacer en honor a Celia Cruz. Los cantantes que íbamos a participar cantaríamos dos temas de cada uno, y un tema de Celia. Lo acepté para gozarme esa experiencia y con Cheo me lo disfruté de rabo a cabo. En otra ocasión, lo fui a ver (a Cheo) a Carolina y él me vio y me invitó a subir a la tarima. Recuerdo que, cuando él te llamaba a tu casa y tú no estabas y le contestabas la llamada, entonces él te preguntaba: ‘¿Para qué caramba me estás llamando?’, y yo le decía: ‘Chico, me llamaste tú’”, narró Santa Rosa.
Después de la muerte de Feliciano, Gilberto y Víctor se convencieron, más que nunca, “que en la vida uno debe llevar a cabo las cosas que uno quiera hacer de corazón para que tú y los tuyos se lleven esa satisfacción”, puntualizó Víctor.
Ambos salseros exaltaron el tesón y la valentía de Socorro “Cocó” Prieto, la viuda de Cheo, quien estuvo con el cantante por muchos años, en las buenas y en las no tan buenas.
“Ella es una gran muestra de fortaleza y de fe. Ella fue la que dirigió todo lo que se hizo cuando Cheo murió. Cualquier otra persona, en una situación así, pudo haber colapsado. Ella fue la que nos dijo que había que hacer el show aunque él no estuviera, porque es una manera de honrarlo y de cumplir su deseo”, destacó Gilberto.
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