viernes, 2 de mayo de 2014

PERMISO QUE LLEGÓ FORMELL



Todavía no nos reponemos por la muerte del queridísimo Cheo Feliciano, de la partida de Gabo, siempre tan musical y caribe, y nos enteramos, hoy, del adiós de uno de los músicos más queridos en Cuba, Juan Formell, líder de los Van Van, uno de los grupos más populares de la isla.


Johnny Hidalgo ,debe estar golpeado por esta noticia, devastado, al igual que todos los hinchas de Los Van Van, y no es para menos. Formell, de 71 años, era uno de los músicos imprescindibles en la historia rítmica de este pequeño territorio geográfico, pero demasiado grande en ritmos y alegrías.


En sus difundidos temas, el hombre que nació en 1942, el que llegó a integrar la recordada Orquesta Revé, el ganador del Grammy, convirtió en protagonistas al bajo eléctrico y a la organeta (teclado) en lugar del contrabajo y el piano. Fue un innovador, pese a que muchos amigos, devotos de la salsa clásica, no asimilaban por entero sus nuevos sonidos pero siempre mantuvo su ritmo poderoso, bailable ciento por ciento, como buen cubano que era.


El baile del buey cansao, Soy normal natural, Chirrin Chirran, La Habana no aguanta más, Aquí el que baila gana, Que le den candela, Permiso que llegó Van Van, Sandunguera, Eso que anda, El negro no tiene ná y una de mis favoritas, Deja la ira, son algunas de las canciones de colección de este hombre que no se pasó al otro charco, pese a las furias que eso despertaba en la gente de Miami.


Lo cierto es que Cuba está de luto. Y no es para menos. Fue un músico excepcional, de esos que dejan huella, de esos que se meten sin permiso en nuestras memorias y corazones. Formell nació para darle tanto ritmo a nuestros cuerpos, tanto baile. Algún día le daremos alcance para volver a divertirnos.

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