El rockero puso a gozar al público, aunque no llenó la versión reducida del choliseo
Carlos Santana publica este lunes su disco Corazón con la promesa de ser el más latino de su trayectoria, mas anoche esa riqueza de sonidos, en armonía con su pasión rockera, hicieron de su regreso a la Isla un encuentro de calidad de principio a fin.
Ante una audiencia que no llenó la versión reducida del Coliseo de Puerto Rico, el famoso guitarrista mexicano ofreció un repertorio de 18 canciones, dominado por temas de finales de los años 60 e inicios de los 70, sin dejar fuera algunos de su exitoso disco Supernatural, de 1999.
Inició a las 9:30 de la noche, tras una serie de visuales galácticos, que lo aterrizaron en tierra boricua. Desde el primer momento el sonido fue impecable, vibrante, y tratándose de Puerto Rico, la percusión delineó la noche con el repique uno de los nuestros, Paolo Mejías, quien el pasado año se unió oficialmente a la banda del músico.
Fue quizás la noche en que la canción Toussaint L’Overture, y su coro “vámonos negra a bailar mi guaguancó”, tuvo más sabor.
Siguió con Everybody’s Everything y así mantuvo el ritmo entre su pasado y presente musical, siendo de lo más reciente su interpretación del éxito La flaca, de la banda española Jarabe de Palo, y Saideira, del disco por estrenar.
Oye como va fue una de las más celebradas por el público, que desde la sección de arena trató de captarlo a través de sus teléfonos celulares. Fue al terminar esta interpretación (la cuarta de la noche) que Santana se dirigió a sus admiradores. Habló en español y más tarde lo mezcló con el inglés.
“Queremos, del centro del corazón, dedicar toda esta energía, esta noche a mi hermano Cheo Feliciano”, dijo. “Con cariño, amor, respeto y admiración, soñaba y sigo soñando hacer una cosa con Cheo y José Feliciano, pero ahora me tengo que esperar hasta el otro lado”, agregó lamentando así la partida del cantante ponceño.
Fue entonces cuando el miembro del Salón de la Fama del Rock N’ Roll destapó su picardía y advirtió que su único propósito era complacer y adorar a las mujeres. De esta forma presentó María, María, del disco Supernatural (1999).
A su “reina” la presentó después. Cindy Blackman, expercusionista de Lenny Kravitz, es su esposa, y con ella le dio fuerza al temaCorazón espinado, que originalmente grabó con Fher, de Maná. La mujer alborotó al público con un intenso solo en la batería, que luego él celebró con un beso.
Jingo, Margarita, Samba pa ti, Batuka/No One to Depend On, Hope Your Feeling Better, Sácalo, Evil Ways, y Smooth/Dame tu amor fueron parte del concierto que tuvo su momento espiritual cuando el artista compartió su fe en Dios y clamó por la paz en las mentes de los presentes.
Santana de despidió con Soul Sacrifice y Saideira, una muestra de lo que sonará en la etapa que inicia con el disco Corazón, que contendrá 12 títulos, con una diversidad de géneros que van desde el pop y el rock, hasta la salsa, el reggae y la bachata. Grabado en Los Ángeles, el álbum cuenta además con la participación de Pitbull y Ziggy Marley.
El acto de apertura estuvo a cargo de Millo Torres y El Tercer Planeta con una selección de ocho de sus canciones, incluidas las clásicas Me gustas como quieras y Caminando, que esta vez se dimensionaron por el potente sonido de la producción. “Es un privilegio, un orgullo estar aquí frente a ustedes”, dijo Torres antes de compartir su esperanza por mejores tiempos para el país. Se despidió con un tributo a Cheo Feliciano cantando el coro “de cualquier malla, sale un ratón”.
lunes, 5 de mayo de 2014
Santana dedica su concierto a Cheo Feliciano
7:42
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