lunes, 26 de septiembre de 2016

Público chalaco hizo desplante a Pirulo y La Tribu tras espectacular show

Pirulo y La Tribu descargaron por primera vez en Lima. El timbalero se lució. Aunque un desatino por parte del animador, provocó que el artista se gane un abucheo. En la larga velada también participó Ismael Miranda. Aquí, lo bueno, lo malo y lo feo del espectáculo.



LO BUENO. Sin duda, lo mejor de la noche fue Pirulo y La Tribu. Este músico puertorriqueño, exintegrante del equipo reguetonero de Tego Calderón, demostró en el Callao por qué está pegado en Puerto Rico e hizo bailar a los asistentes. Su sonido, que entremezcla la salsa afincada de borinquen y la timba cubana, se paseó con éxito por los rincones de la Isla del Paraíso.

Durante las dos horas de su show, que empezó cerca de la una de la mañana, Pirulo se mostró agradecido por la invitación que le hicieron para llegar al Callao y confesó sentirse feliz por el recibimiento que los chalacos le hicieron desde que pisó el suelo peruano.

“Aquí ya no están los bravos como Ismael Rivera, pero estamos nosotros gracias a Dios. Lo que estamos haciendo es traer de Puerto Rico nuestro estilo, de corazón. Lo mío es la salsa, lo mío es la calle”, indicó Francisco Rosado Rosario.

LO MALO. Ismael Miranda empezó a cantar pasadas las 3:00 A.M., después de un pequeño show a cargo de la orquesta local Zaperoko, que además se encargó de acompañarlo. ‘Señor sereno’ fue el tema con el que arrancó. Palmas para su voz y palmas para el público en la pista de baile. Sin embargo, en la tarima el exceso de personas jugó en contra. Bailarines y las mascotas de la noche (dos panteras rosas), empezaron a achicarle el espacio a Ismael, cosa que le generó evidente molestia.

Por ello, no sorprendió que durante los coros del tema ‘Abran paso’, el salsero hizo notar su incomodidad en el soneo: “En tarima ahora veo tantos animalitos, que se hagan para un costadito”, rimó Miranda. Y siguió: “Los bailarines lo están haciendo bien bonito, pero póngase a un ladito”. Pero los personajes ni se inmutaban. “Muñequito ponte para acá”, y el cantante apartó a una de las mascotas. El sonero parecía vivir un cuadro de estrés. A ello se sumó su fastidio con un problema de sonido. “Los vientos están muy altos”, llegó a decir. Segundos después, el Niño Bonito se despidió con un escueto “Gracias Callao, hasta pronto”.

LO FEO. Pirulo anunció que terminaba su presentación con el tema ‘Loco pero feliz’. Sin embargo, luego de ello, el presentador -Oscar Godos- preguntó al público si querían una canción más de Pirulo. Y la mayoría, dubitativa, gritó que no. El animador repitió la pregunta y esta vez el “no” fue unísono. Parecía una broma. Sin embargo, el presentador insistió por tercera vez, y el tercer ‘no’ se sintió peor. Godos se retiró y Pirulo, con una mirada de “no puede ser”, preguntó: “díganme de corazón, ¿tiramos otra o no?”. Y pasó lo que menos quisiera un artista que suceda, que el público le responda que no.

Por respeto, como todo caballero, y continuando con lo pactado, Pirulo tocó su nuevo tema ‘Crema, crema’. Buenísimo. Terminó, agradeció nuevamente por la oportunidad, y se retiró.

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