Fuente: El Nuevo Herald, Miami. Por: Sarah Moreno
El percusionista cubano Dafnis Prieto fue reconocido ayer con la beca de la Fundación MacArthur conocida como “Genius Grant” dotada con $500,000 pagaderos en los próximos cinco años. Prieto, que reside en Nueva York desde 1999, es considerado uno de los intérpretes y compositores más importantes de la escena actual del jazz y la música latina.
“Me llamaron hace un par de días y después de darme esa inmensa noticia, me dijeron que no podía decírselo a nadie, lo que es un reto de paciencia”, contó Prieto, que considera que la beca representa un gran impulso en su carrera profesional porque va a permitir que se materialicen “todas mis posibilidades, ya que yo mismo grabo y edito mis propios discos [bajo el sello Dafnison Music]”.
La Fundación MacArthur otorga “la beca para genios” desde 1981 a un grupo de 20 a 25 personas anualmente, en su mayoría científicos, entre ellos dos o tres artistas con una trayectoria significativa y un gran potencial para seguir desarrollándose.
El antropólogo y profesor de la Universidad de California, Guillermo Algaze, nacido en La Habana y criado en Puerto Rico, ganó la beca en el 2003 por su labor en proyectos de excavación, entre ellos el de Titris Hoyuk, Turquía. Ese mismo año fue reconocido también el agronomista cubano Pedro A. Sánchez, profesor e investigador de la Universidad de Columbia, Nueva York. En el 2005, la ganó la escultora miamense de padres cubanos Teresita Fernández. Entre los 22 ganadores del 2011 se encuentra el compositor y conductor de orquesta neoyorquino de origen dominicano, Francisco Núñez, director artístico y fundador del Young People’s Chorus de la ciudad de Nueva York.
Por su parte, Prieto, de 37 años, con cuatro discos como líder y participaciones como acompañante en más de 40 producciones, ha grabado con músicos como Paquito D’Rivera, Chico O’Farrill, Bebo Valdés, Paquito Hechevarría, Eddie Palmieri, Michel Camilo y Steve Coleman, entre otros.
“Dafnis es un poeta de la batería, que hace sonar su instrumento con una sutileza y maestría inusitada. Es el músico al que recurres cuando estás buscando filigrana”, comentó el productor musical Nat Chediak, quien con el sello Calle 54, que maneja junto al director de cine español Fernando Trueba, produjo Bebo de Cuba, en que Prieto tocó con Bebo Valdés. Prieto también participó en L.O.V.E, de Issac Delgado, y Primavera en Nueva York, de la cantante española Martirio. Por su parte Trueba produjo en el 2009 el disco Española, en el que Prieto acompañó a otra figura del flamenco, el Niño Josele.
Nacido en Santa Clara, Prieto comenzó a estudiar guitarra a los 6 años en la Escuela Vocacional de arte de esa ciudad, donde tuvo una formación principalmente en música clásica. Su inclinación por la batería proviene de las improvisaciones que escuchó en las calles del vecindario donde se crió, Condado, “un barrio pobre y muy musical donde se tocaba rumba en las esquinas”.
Desde Nueva York, donde se estableció en 1999, la carrera de Prieto adquiere dimensión internacional y es aclamado por su capacidad para revolucionar los sonidos de la batería y por dar protagonismo a un instrumento que generalmente cumple la función de acompañamiento. También se destacan sus composiciones que integran el jazz y los ritmos cubanos a los sonidos africanos. Prieto ha compuesto además música de cámara y ópera combinando así su formación musical clásica con su aprendizaje de los ritmos populares.
“A los 10 o 11 años empecé a tocar batería por mi cuenta, fue un proceso natural porque en realidad nunca tuve un profesor de este instrumento”, contó Prieto, que a los 14 años se mudó a La Habana para continuar sus estudios de música en la Escuela Nacional de Arte (ENA). Más tarde, recibió la influencia de importantes percusionistas cubanos como Changuito, Tata Güines, y Miguel Díaz “Anga”.
“He sido afortunado de haber trabajado con los tres”, señaló Prieto, que en 1997 salió de Cuba rumbo a Barcelona, donde vivió un año y medio.
En Nueva York también se desarrolla como profesor de percusión y ensemble en la Universidad de Nueva York (NYU), donde enseña desde el 2005. Ha impartido además numerosos talleres y cursos para másters en diferentes centros educacionales.
“Creo en la individualidad, en lo que uno da cuando toca o escribe, independientemente de lo que haya recibido”, expresó Prieto, indicando que su estilo se ha alimentado de una diversidad de influencias, incluyendo, además de los ritmos cubanos, la música de vanguardia norteamericana y los sonidos de la India y Africa.
Sus cuatro producciones como solista tienen ese sello personal en el que además integra como lenguaje de la batería los sonidos afrocubanos ( About the Monks, 2005; Dafnis Prieto, Absolute Quintet, 2006, Taking the Soul for a Walk, 2008, y Dafnis Prieto Si o si Quartet, 2009).
“Siempre tuve curiosidad por la composición, y desde que llegué a Nueva York comencé a desarrollar esa faceta”, reconoció Prieto, que actualmente lidera el trío Proverb, compuesto además por un vocalista y un tecladista.
“La gracia del trío es la empatía y sincronización que tengo con esos músicos, y lo interesante es que improvisamos y sólo tocamos en vivo las piezas una vez, por lo que escucharlas es una experiencia única”, contó Prieto que acaba de regresar de tocar en París y en Puerto Rico en el Festival de Percusión.
“Dafnis es un virtuoso del instrumento, un músico con tremenda energía y dinamismo”, comentó el músico miamense Alfredo Triff, quien compartió con Prieto en Nueva York la grabación del disco Beautiful Scars (2007), del también percusionista Kip Hanrahan.
Prieto ha sido nominado al Grammy por Absolute Quintet como mejor álbum de jazz, y al Grammy Latino como artista revelación en el 2007. El tema Song for Chico, una composición suya, da nombre al disco de Arturo O’Farrill y la Afro-Latin Jazz Orchestra, Zoho Music, que en 2009 ganó el Grammy a mejor álbum de jazz.
La beca “Genius Grant”, que según la página de la Fundación MacArthur, “no es un premio a los logros pasados, sino una inversión en una persona con visión y originalidad”, les ofrece a los creadores el apoyo monetario para que puedan desarrollar su creatividad sin trabas.
“El premio te da libertad y tranquilidad para la creación”, recalcó Prieto, que próximamente marchará a la India a enseñar un curso en una universidad.