El cantante venezolano Oscar D'León, miembro del jurado del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, afirmó hoy que lo único que quiere es que haya paz en su país.
"No puedo extenderme en la respuesta porque uno de los bandos va a tomar lo que yo diga y me van a hacer harina. Yo como venezolano lo único que quiero que haya paz en Venezuela", enfatizó D'Leon, conocido también como "El Faraón de la Salsa".
El salsero de 72 años que este viernes se encargará de clausurar la 56 edición del festival, respondió que no quiere que haya confrontaciones en su país.
"Estamos viviendo momentos difíciles" reconoció "y por eso deseo la paz con todo mi corazón", reiteró el artista ganador de varios discos de oro por el éxito en las ventas de sus 50 producciones musicales.
"Debemos volver a amasar, hacer sancocho, disfrutar de nuestro consomé, tranquilos", añadió D'León, que se dio el tiempo de saludar a todos los periodistas, camarógrafos y reporteros gráficos que le esperaban en la salsa de prensa.
Consultado por el espectáculo que va a presentar este viernes, expresó que está con mucha energía para subir al escenario. "Voy a cantar lo que me pidan: cha-cha-chá, mambo, merengue e incluso tango".
Alabó la organización del certamen musical. "He quedado atónito", dijo.
"Es el mejor festival de Latinoamérica. No he visto otro que se compare a este", señaló el cantante aunque si criticó lo extenso de cada jornada que se extiende muchas veces hasta las cuatro de la madrugada.
Afirmó que los artistas invitados deben tener un tiempo acotado de una hora para su presentación y si la gente pide un bis, que muestre otra canción "pero no realizar medio concierto más".
D'León, ganador de un Grammy Latino en 2013, también criticó la facilidad con que la organización del festival entrega la Gaviota de Plata y la de Oro a los invitados.
La Gaviota es un galardón que se entrega a quienes resultan ganadores de las competencias internacional y folclórica y, además, a los artistas que participan en él a pedido del público, que solicita a viva voz que les sea entregado.
"Hay que tener cuidado con eso, se debe ser más exigente, porque va en detrimento del festival", señaló el salsero, quien aclaró que sus críticas "son constructivas.
El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que arrancó el pasado domingo y termina este viernes, se realiza a 125 kilómetros al noroeste de Santiago, frente al Pacífico.
El salsero de 72 años que este viernes se encargará de clausurar la 56 edición del festival, respondió que no quiere que haya confrontaciones en su país.
"Estamos viviendo momentos difíciles" reconoció "y por eso deseo la paz con todo mi corazón", reiteró el artista ganador de varios discos de oro por el éxito en las ventas de sus 50 producciones musicales.
"Debemos volver a amasar, hacer sancocho, disfrutar de nuestro consomé, tranquilos", añadió D'León, que se dio el tiempo de saludar a todos los periodistas, camarógrafos y reporteros gráficos que le esperaban en la salsa de prensa.
Consultado por el espectáculo que va a presentar este viernes, expresó que está con mucha energía para subir al escenario. "Voy a cantar lo que me pidan: cha-cha-chá, mambo, merengue e incluso tango".
Alabó la organización del certamen musical. "He quedado atónito", dijo.
"Es el mejor festival de Latinoamérica. No he visto otro que se compare a este", señaló el cantante aunque si criticó lo extenso de cada jornada que se extiende muchas veces hasta las cuatro de la madrugada.
Afirmó que los artistas invitados deben tener un tiempo acotado de una hora para su presentación y si la gente pide un bis, que muestre otra canción "pero no realizar medio concierto más".
D'León, ganador de un Grammy Latino en 2013, también criticó la facilidad con que la organización del festival entrega la Gaviota de Plata y la de Oro a los invitados.
La Gaviota es un galardón que se entrega a quienes resultan ganadores de las competencias internacional y folclórica y, además, a los artistas que participan en él a pedido del público, que solicita a viva voz que les sea entregado.
"Hay que tener cuidado con eso, se debe ser más exigente, porque va en detrimento del festival", señaló el salsero, quien aclaró que sus críticas "son constructivas.
El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que arrancó el pasado domingo y termina este viernes, se realiza a 125 kilómetros al noroeste de Santiago, frente al Pacífico.