Pedrito Calvo y Karamba, un clásico arropado con sonido de rock cubano
El primer concierto del Hay Festival fue para la eterna voz de Los Van Van, y sus acompañantes.
A sus 73 años, el excantante de Los Van Van, Pedrito Calvo, demostró en Cartagena que sigue vigente. Ahora canta con La Nueva Justicia.
Si hubo una voz que le dio su sello al legendario grupo Los Van Van, de Cuba, fue la de Pedrito Calvo. El mérito significó más que destacarse en cualquier orquesta, puesto que, según cuenta el vocalista presente en el Hay Festival de Cartagena, “el formato de voces de la orquesta de Juan Formell era como el de los Beatles, una cosa de trío o cuarteto”.
Por eso, cuando comenzó a darle su voz a esta agrupación, en 1973, empezó “suave”. Así lo comentó horas antes de subirse al escenario de la Plaza de la Aduana, el jueves pasado, cuando presentó un espectáculo montado especialmente para el público del Hay Festival, en la ciudad amurallada.
Por eso, cuando comenzó a darle su voz a esta agrupación, en 1973, empezó “suave”. Así lo comentó horas antes de subirse al escenario de la Plaza de la Aduana, el jueves pasado, cuando presentó un espectáculo montado especialmente para el público del Hay Festival, en la ciudad amurallada.
Calvo, insignia de un estilo legendario de música cubana, llevaba semanas ensayando junto con el grupo Karamba, liderado por Jorgito Karamba (Jorge Luis Robaina). Esta agrupación se define como “pop rock latino”, y por ello la combinación resultaba novedosa.
De su propia agrupación, Calvo solo trajo al país esta vez un par de músicos, así que Karamba puso el resto del equipo y los primeros 45 minutos de un concierto que comenzó a las 9:30 p. m., ante un público que no alcanzó a completar el aforo esperado, pero que en cambio pudo escuchar una propuesta de fusión –un “sancocho musical” de ritmos, decía Karamba antes del concierto– en la que mostró “con todo respeto por Colombia” su interpretación bastante libre de lo que es un vallenato y una cumbia, esta última titulada La flaca.
De hecho, el sonido de estas dos incursiones mantenía la base del sonido cubano, tanto que la influencia resultaba muy sutil, al menos en el caso del vallenato. Y es que Karamba, pese a la clasificación dada por la crítica de su país de pop rock y su intención de fusión, sigue sonando muy cubano, un cubano moderno y lleno de sorpresas, en el que incluso una ranchera, Ingrata, muy a su estilo, resultaba exótica y llamativa.
Aun así, las semanas de ensayo con Calvo, identificado como clásico, dieron como resultado un espectáculo armónico, con química entre sus protagonistas. “Varias personas que han visto cómo se fue formando este concierto nos han dicho que podríamos presentarlo así en otros lugares”, decía Jorgito Karamba, emocionado de este estreno suyo en Cartagena, después de 13 años de carrera alternando en escenario con artistas que iban desde Alanis Morisette hasta La Mari y Calle 13.
De su propia agrupación, Calvo solo trajo al país esta vez un par de músicos, así que Karamba puso el resto del equipo y los primeros 45 minutos de un concierto que comenzó a las 9:30 p. m., ante un público que no alcanzó a completar el aforo esperado, pero que en cambio pudo escuchar una propuesta de fusión –un “sancocho musical” de ritmos, decía Karamba antes del concierto– en la que mostró “con todo respeto por Colombia” su interpretación bastante libre de lo que es un vallenato y una cumbia, esta última titulada La flaca.
De hecho, el sonido de estas dos incursiones mantenía la base del sonido cubano, tanto que la influencia resultaba muy sutil, al menos en el caso del vallenato. Y es que Karamba, pese a la clasificación dada por la crítica de su país de pop rock y su intención de fusión, sigue sonando muy cubano, un cubano moderno y lleno de sorpresas, en el que incluso una ranchera, Ingrata, muy a su estilo, resultaba exótica y llamativa.
Aun así, las semanas de ensayo con Calvo, identificado como clásico, dieron como resultado un espectáculo armónico, con química entre sus protagonistas. “Varias personas que han visto cómo se fue formando este concierto nos han dicho que podríamos presentarlo así en otros lugares”, decía Jorgito Karamba, emocionado de este estreno suyo en Cartagena, después de 13 años de carrera alternando en escenario con artistas que iban desde Alanis Morisette hasta La Mari y Calle 13.
Pasado el recorrido musical de este grupo, Calvo apareció en escena con sus clásicos (algunos a dúo con Jorgito Karamba) En el repertorio estaban previstas las canciones conocidas suyas con Los Van Van y de su carrera independiente, como Anda van y muévete, El negro está cocinando, Será que se acabó y Ella tiene algo que no sé, entre otras.
“Tuve la suerte de trabajar más de 27 años con Juan Formell –recordaba Calvo antes del concierto–. Fue un aprendizaje tremendo. Siempre pensé que podía hacer también un formato diferente al de Los Van Van y las demás orquestas por las que pasé. Empecé a hacer mi trabajo aparte y me ha ido bien, porque logré independizarme con mi agrupación. Esta experiencia con Karamba es parte del trabajo de estar desarrollando muchas de las ideas que tengo adentro”.
De hecho, subrayó que, en parte, este encuentro era su forma de mostrar “novedad” en cuanto al formato de presentarse.
De paso, Calvo aprovechó para manifestar que pese al singular estilo y la sonoridad propia que Colombia le ha dado a la salsa, “los colombianos son los únicos que mantienen en la cima la música cubana. A veces me da pena, porque hacen más difusión de lo nuestro que nosotros mismos, los cubanos, así que estoy muy agradecido con ustedes”.
Agradecido
Sobre el mítico director de la orquesta Los Van Van, fallecido en el 2014, Pedrito Calvo dijo: “De Juan Formell recuerdo siempre el modo de educar y enseñar a todos los que entraban a la orquesta, para llevarlos a donde quería. Todos los músicos que han pasado por Los Van Van llevan su esencia por todo el mundo. Por eso, parece que estuviera presente aquí”.
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